domingo, 27 de mayo de 2007

Sonido garage puro y duro desde Seattle


Un disco imprescindible sin duda para los amantes del rock que constituye un notable trabajo en la hornada de los años 60, de la mano de The Sonics.El disco en cuestión, ve la luz en 1965 y marca un sonido totalmente nuevo en los suburbios del garage.Grabado en un multitracker de tan solo dos pistas que cubre la bateria con solo un micrófono, marca la diferencia con un sonido consistente que le da el saxo de Rob Lind y los amplificadores de los guitarristas, los hermanos Andy y Larry Parypa, modificados previamente para obtener un sonido único.Aderezados con la paradójica voz negra de Gerry Roslie y claramente influenciados por Jimmy Hendrix, el resultado no es otro que Here are the Sonics.Un disco que suena como un cañón, y con un toque proto-punk que lo convierte en un trabajo bestial.Todo un clásico.

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